Restauración del Furriñique por la Diócesis de Guadix

La figura del Furruñique pertenece a la Hermandad del Nazareno. Y ha sido utilizada generalmente desde los años 50 para pedir dinero en su paso de Semana Santa. Concretamente el jueves Santo. Actualmente se ubica en la capilla del Nazareno, en la Iglesia de Santiago. Y se va a realizar la restauración del Furruñique.

Los beneficios recaudados cada año han sido destinados a caridad, aunque este último año se ha querido ayudar a los refugiados de Ucrania. Y en nuestro campeonato de tallistas doradores queremos compartir esta noticia.

La figura pertenece al siglo XVII, mide 22 centímetros, está tallada en madera y va sujeta a una bandeja de cobre. Además, en 1978 se le añadió una túnica bordada en oro realizada por las dominicas de Huéscar.

La tradición del Furruñique

«Los últimos estudios realizados por los expertos confirman que la figura data del siglo XVII y que es de escuela sevillana», asegura Francisco Gabarrón, miembro de la Hermandad del Nazareno, cuya familia ha estado tradicionalmente al cuidado de la figura.

Fue precisamente su abuelo, Ramón Torrecillas, quien custodió la figura del Furruñique durante numerosos años.

La Hermandad del Nazareno hizo su primera salida profesional en el año 1951, tras la Guerra Civil. Siendo Ramón Torrecillas uno de los pedigüeños.

De esta forma comenzó la tradición de pedir en Semana Santa con la imagen del Furruñique, una costumbre que se mantiene 80 años después.

Restauración de la escultura del Furruñique

La Diócesis de Guadix ha sido beneficiaria de una subvención de aproximadamente 10.000 euros. Para acometer la restauración de la imagen del Furruñique.

Pedro Manzano Beltrán será el encargado de llevar a cabo el proceso de la restauración y asegura que la categoría artística de la imagen es excelente.

Se trata de una de las figuras más antiguas de la Semana Santa de Guadix, incluso estuvo envuelta en sábanas y enterrada durante la Guerra Civil para su conservación y evitar que se perdiese.

La restauración se va a centrar en recuperar la policromía original, además de llevar a cabo una tarea para su conservación. Esta tarea consiste en realizar un análisis en profundidad para conocer con exactitud la época a la que pertenece y la madera con la que la talla se realizó.

Francisco Gabarrón indica que, «Se va a respetar lo máximo posible los signos históricos que tiene la figura y se van a reintegrar algunas posibles lagunas que haya en ella a través del uso de papel japonés y otros pigmentos especiales para que no dañe ni enmascare a la imagen».